PATIENT STORIES

    English

    Mrs Maria Margarida Orcesi Pedro, 80 years old, is a retired history teacher. Margarida experienced premature menopause at age 39, and did not receive hormone therapy at the time. Once menopause begins the body produces lower levels of the bone-protecting hormone oestrogen and the rate of bone loss increases rapidly. Normally this occurs at around the age of 50, but with early menopause this process of rapid bone loss starts earlier. As well as early menopause, a major risk factor for osteoporosis, Margarida led a sedentary lifestyle which can also increase the risk osteoporosis.

    The diagnosis of osteoporosis came in 2009, when at the age of 69 Margarida suffered a hip fracture after falling from standing height. She underwent surgery and immobilization and then had physiotherapy and rehabilitation sessions for more than six months. It was a difficult time and Margarida was glad to have the support of her family. Although she recovered successfully from the fracture, she only regained partial functional recovery. Due to these limitations she now uses a walker as an aid to getting around and requires help with some daily activities.

    Fortunately, Margarida’s daughter Adriana is a gynaecologist and obstetrician with expertise in osteoporosis and so she has helped to ensure that her mother received the osteoporosis treatment to prevent further fractures. Having been on osteoporosis treatment for more than 10 years and with attention to proper nutrition, Margarida’s hip fracture has been her first and hopefully last fracture!

    Margarida Brasil

     

    Osteoporosis often runs in families, and this family was no exception.  Around Christmas 2011, Adriana too sustained a fracture. She slipped and fell from standing height and broke her right wrist (known as a Colles fracture). It was a major fracture which required surgery with open reduction and internal fixation. Immobilization of the forearm, wrist and hand for three weeks, followed by three months of physiotherapy was required so that she could recuperate fully without any limitations. This was a hard time for her, because she could not work in her practice for three months. Patients with scheduled elective surgeries and medical consultations had to be postponed. As an obstetrician, Adriana had to refer her pregnant patients to a colleague for continued pre-natal care and delivery assistance. Adriana recalls:

     

    Margarida Brasil

     

     “I did not expect to sustain a fracture so early in life, but genetic predisposition is an important risk factor and anyone with osteoporotic fragility fractures in the family needs to keep this risk in mind.”

    Ironically, the family pet Maltese ‘Patty’ also suffered a broken leg which required surgery and immobilization. After a complete recovery she now loves to ride along in Margaridas’s walker!

    Spanish

    Maria Margarida Orcesi Pedro tiene 80 años y es profesora de historia jubilada.

    Margarida tuvo una menopausia precoz a los 39 años y, en ese momento, no recibió la terapia hormonal adecuada. La menopausia precoz junto con un estilo de vida sedentario aumentó su riesgo de osteoporosis.

    Cuando comienza la menopausia el cuerpo produce niveles más bajos de estrógenos, la hormona protectora de los huesos. Como consecuencia, la tasa de pérdida ósea aumenta rápidamente. Esto ocurre, normalmente, alrededor de los 50 años, pero con la menopausia temprana este proceso de pérdida ósea comienza antes y más rápido.

    El diagnóstico de osteoporosis llegó en 2009. A los 69 años Margarida sufrió una fractura de cadera tras caer de una altura de pie. Se sometió a una cirugía e inmovilización y tuvo sesiones de fisioterapia y rehabilitación durante más de seis meses. Fue un momento difícil, pero Margarida se sentía confiada al contar con el apoyo de su familia. Ella pudo recuperarse con éxito de la fractura, sin embargo, solo tuvo una recuperación funcional parcial. Debido a estas limitaciones, ahora usa un andador para moverse y necesita ayuda para realizar algunas de sus actividades diarias.

    Afortunadamente, Adriana, la hija de Margarida, es médica ginecóloga y obstetra con experiencia en osteoporosis. Ella se ha encargado de garantizar que su madre reciba el tratamiento adecuado para prevenir más fracturas. Margarida ha estado en tratamiento para la osteoporosis durante más de 10 años y ha prestado mucha atención a su nutrición. Su fractura de cadera ha sido la primera y, con suerte, ¡la última!

    Margarida Brasil

     

    La osteoporosis, a menudo, es hereditaria y esta familia no fue la excepción. Alrededor de la Navidad de 2011, Adriana también sufrió una fractura. Se resbaló, cayó desde su propia altura y se rompió la muñeca derecha (lo que se conoce como fractura de Colles). Fue una fractura mayor que requirió cirugía con reducción abierta y fijación interna. La inmovilización del antebrazo, la muñeca y la mano fue necesaria durante tres semanas, seguidas de tres meses más de fisioterapia para que pudiera recuperarse por completo sin limitaciones. Este fue un momento difícil para ella porque no pudo atender a sus pacientes durante meses, las cirugías programadas y consultas médicas tuvieron que posponerse. Como obstetra, Adriana tuvo que derivar a sus pacientes embarazadas a un colega para recibir atención prenatal y asistencia durante el parto. Adriana recuerda:

    "No esperaba sufrir una fractura tan temprano en la vida, pero la predisposición genética es un factor de riesgo importante. Cualquier persona que cuente con familiares con fracturas por fragilidad por osteoporosis debe tener en cuenta este riesgo".

     

    Margarida Brasil

     

    Irónicamente, la mascota de la familia, la maltesa "Patty", también sufrió una fractura en la pierna que requirió cirugía e inmovilización. ¡Después de una recuperación completa, ahora le encanta acompañar a Margarida en el andador!